Imagina que pudieras enviarle al cliente una prueba de color certificada, donde se puedan comprobar los tonos compuestos por policromía y los colores especiales con una cercanía del 95% de lo que será el resultado impreso. Además, que esa sea la guía de color para el impresor en el momento de imprimir y que al momento de rodar el pedido rápidamente obtengan el resultado esperado. Bueno, eso un tiempo atrás parecería imposible, pero hoy nuestros clientes lo están logrando.